Cochabamba, 11 de abril de 2025 — La ciudad de Cochabamba vive momentos de alta tensión política, luego de que concejales, asambleístas y parlamentarios vinculados al ala radical del Movimiento al Socialismo (MAS), conocido como "evismo", intensificaran su campaña de ataques contra el alcalde Manfred Reyes Villa.
La ofensiva política, centrada en la situación del relleno sanitario de K’ara K’ara, ha sido calificada como una “guerra por el poder” que busca desestabilizar la gestión edil y socavar el respaldo ciudadano hacia el líder municipal.
Desde diferentes espacios legislativos, autoridades afines a Evo Morales han arremetido con críticas sistemáticas y discursos que apuntan a desacreditar los avances logrados en la actual administración municipal.
Sin embargo, analistas y sectores sociales denuncian que estas acciones responden a un cálculo electoral y no a una verdadera preocupación por los problemas estructurales de la ciudad.
“El relleno sanitario es un tema que data de gestiones anteriores. Hoy, el evismo lo utiliza como arma política contra una autoridad que tiene respaldo popular y que está ejecutando obras reales”, afirmó un dirigente vecinal del Distrito 9.
Reyes Villa, por su parte, ha mantenido una postura firme frente a los ataques, señalando que su prioridad es trabajar por el desarrollo de Cochabamba y no entrar en confrontaciones políticas.
“Mientras algunos están pensando en el 2025, nosotros seguimos trabajando todos los días por una ciudad moderna, limpia y ordenada”, declaró en una reciente entrevista.
La ciudadanía, cada vez más consciente del trasfondo político de estos ataques, comienza a ver con recelo el papel de Evo Morales y su entorno, quienes son percibidos como un obstáculo al desarrollo local.
En varios círculos ciudadanos ya se habla de Evo como “enemigo de Cochabamba”, debido a la sistemática confrontación con las autoridades locales electas democráticamente.
Mientras tanto, el respaldo a Reyes Villa se fortalece, y voces de distintos sectores advierten que Cochabamba no permitirá que intereses políticos frenen su avance.
La pugna está planteada, y el pueblo cochabambino parece dispuesto a defender su derecho a construir un futuro sin imposiciones ni chantajes políticos. (FAUSTO COLPARI)