La Paz, 15 de agosto de 2025 – La diputada de Comunidad Ciudadana, Luciana Campero, informó hoy que Cindy Saraí Vargas —la joven que tuvo una hija con el expresidente Evo Morales cuando era menor de edad— obtuvo refugio político en Argentina.
La medida responde a una solicitud de su familia, que alegó una situación de “falta de garantías” en Bolivia y denunció que el sistema judicial favorece al expresidente Morales y al presidente Luis Arce, poniendo en riesgo la seguridad de la joven.
Campero presentó una carta firmada por la madre de Cindy, en la que se afirma que la justicia boliviana está parcializada, lo que imposibilita que se efectivicen medidas que garanticen protección efectiva para la joven y su hija.
Este anuncio coincide con un contexto judicial además vigoroso en la región: en abril de este año, la Justicia argentina reabrió una causa contra Evo Morales por presunto abuso de menores y trata de personas.
La investigación se había archivado anteriormente, pero la Cámara Federal de Buenos Aires consideró que los indicios eran suficientemente graves para profundizar la pesquisa.
Evo Morales, por su parte, niega categóricamente las acusaciones tanto en Bolivia como en Argentina, donde enfrenta ahora dos causas judiciales: una en Buenos Aires por abuso de menores y trata de personas, y otra en Bolivia donde se le solicitó prisión preventiva por presuntas conductas similares .
Cindy Saraí Vargas denunció los hechos en 2017, cuando tenía alrededor de 15 años .
Desde entonces, el caso ha estado marcado por denuncias mediáticas, cobertura en redes sociales y narrativas contrapuestas entre sectores políticos.
La reapertura del caso en Argentina ha sido impulsada por voces de la derecha política argentina, como Patricia Bullrich y la Fundación Apolo .
Este refugio adquiere relevancia en un escenario donde la credibilidad y operatividad del sistema judicial boliviano son objeto de cuestionamientos por sectores opositores, especialmente en casos que involucran a figuras de alto perfil político. La concesión del refugio en Argentina podría interpretarse como un reconocimiento de la falta de garantías en Bolivia y una necesidad de protección internacional.