El regimiento Azov, que resiste en la asediada Mariúpol, ha denunciado que la ciudad ha recibido más de 50 ataques aéreos durante la pasada noche y que, entre los explosivos, había una "gran cantidad de bombas de fósforo".
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha advertido que Moscú responderá con "ataques relámpago" en caso de injerencia estratégica en Ucrania.
El Ejército ruso ha lanzado durante la pasada noche más de 50 ataques aéreos sobre la sitiada Mariúpol. Según el regimiento de Azov, que resiste en la ciudad, entre estos explosivos había "una gran cantidad de bombas de fósforo".
Unos 500 miembros de esta agrupación militar se encuentran cercados, junto a un millar de civiles, en las instalaciones de la siderúrgica Azovstal, el único área de Mariúpol que no ha sido aún tomada por los rusos.
Kiev asegura que aún permanecen entre las ruinas de esta ciudad unos 120.000 habitantes sin agua, electricidad ni productos básicos y denuncian que Moscú ha bloqueado la entrega de ayuda humanitaria a la zona.
Mientras, la Armada rusa ha desplegado por ahora unos 20 buques y submarinos en el mar Negro, según el último informe del ministerio de Defensa de Reino Unido, las tropas rusas intensifican el ritmo de su ofensiva en casi todas las direcciones del frente, tanto en el este como en el sur, donde los principales focos de ataques son en torno a Slobozhanske e Izium y en los alrededores de Krivói Rog, Jersón y Mykoláiv.
Moscú empezó también este miércoles a cortar el gas a Europa al suspender los suministros a Bulgaria y Polonia por negarse a pagar en rublos por el combustible ruso, una medida que ha sido calificada de "chantaje" por Bruselas y que puede afectar a mediados de mayo a otros compradores europeos, según ha advertido el Kremlin.