El domingo 27 de octubre fuimos sorprendidos por la noticia de un supuesto atentado en contra de Evo Morales, nada menos que en su mismo reducto, en el corazón del Chapare, donde el ex presidente, hoy prófugo de la justicia boliviana, tiene más de 5 anillos de seguridad que impiden cualquier intento de aprehensión después de negarse a comparecer ante la justicia por denuncias de estupro, violación a niñas y trata de personas.
Difundieron rápidamente en todas las redes sociales, una especie de burda copia de una película de Hollywood, un video en el que se ve a Evo Morales escapando raudamente de una feroz persecución vehicular provocada por los “malos”, en este caso, a bordo de 2 camionetas modernas, una blanca y otra roja, quienes disparaban al héroe de la película a mansalva, intentando terminar con su vida.
En la película se ve al líder cocalero, su chofer y se escucha a una relatora que segundo a segundo describía el panorama con dramatismo y emoción. Quizás fue la mejor actriz de la trama. Al resto, le falto más naturalidad.
Haciendo un análisis crítico al video, la edición no fue buena. En el vestuario se cometieron varios errores. El chofer, en las primeras tomas aparece con una vestimenta distinta a las tomas posteriores.
El Evo, ni un rasguño, nada que pudiera darle más realce a su actuación. Faltaron efectos especiales ineludibles como la cámara lenta, musicalización dramática y otros, tal vez no lo terminaron por premura, había que presentar el video antes que el periodista Entrambasaguas presente su documental de pedofilia de Evo Morales desde España.
No se observa el momento en que dizque las victimas cambian de camioneta, otro error de edición. Y lo peor, hay un momento confuso en el que el chofer aparece con una herida en la cabeza, supuestamente por herida de bala. Ni en películas de ciencia ficción vi que un chofer sobrevive con una bala en la cabeza.
Finalmente, para terminar el análisis de esta película, habría que decir que los “malos” son tan pero tan malos, que entre 15 o 20 imbéciles en 2 camionetas no pudieron hacer bien su supuesto atentado, a tal punto que el “objetivo” ni un rasguño tiene.
En cambio, cuando son actuaciones reales, verdaderas, basta con 2 sicarios para terminar con la vida de alguien por “ajuste de cuentas”, el conductor de la moto y el sicario, tan simple como eso.
En fin. Se dice que el líder cocalero lanza sus últimos aletazos ante una situación que para él ya está perdida, por la contundencia de las pruebas de pedofilia y sus consiguientes delitos penados por ley.
Otros dicen que todavía es parte de una guerra entre las 2 cabezas del monstruo llamado MAS, y que la misma no termina de morir. ¿Cuál será la verdad?
Lo lamentable es que mientras los masistas se pelean entre ellos, solo perjudican al pais, le hacen daño a su economía, a su salud, a su trabajo, a su derecho de libre circulación día que pasa. Pero de una vez por todas, debemos aprender la lección, los bolivianos estamos tomando nota para no caer nunca más en ese mal experimento social que fue el Socialismo del Siglo XXI representado en Bolivia por el MAS.