Tras la exigencia por parte del presidente de Bolivia, Luis Arce, de una profunda investigación para esclarecer la muerte con dos balazos del jefe de un regimiento del Ejército, las investigaciones se intensifican hoy.

Comandante del Regimiento Manchego-Satinadores de la Selva, con sede en Montero, departamento de Santa Cruz, el coronel Juan Javier Soliz resultó muerto el viernes último por el impacto de dos proyectiles, según los expertos forenses.

“En estos momentos de profundo dolor, extendemos nuestras más sinceras condolencias a su familia, seres queridos y a toda nuestra institución castrense”, expresó Arce en sus redes sociales sobre el trágico acontecimiento.

“Ante este hecho, hemos instruido una profunda investigación para esclarecer las circunstancias de este crimen, que no puede quedar impune”, sostuvo Arce en su cuenta de X.

El Comando general del Ejército de Bolivia, por su parte, calificó el hecho de “acto criminal” y advirtió que “en coordinación con las autoridades judiciales y policiales competentes, se ha iniciado una investigación rigurosa para esclarecer los hechos, identificar a los responsables y asegurar que este crimen no quede en la impunidad”.

Un comunicado confirmó que la Policía, a través de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen inició la pesquisa.

A casi un año del fallido golpe de Estado del 26 de junio de 2024 y cuando faltan poco más de dos meses para las elecciones generales del 17 de agosto próximo, resurgieron campañas con discursos cargados de odio que transparentan la intención de poner en entredicho el orden constitucional en el Estado Plurinacional.

El 26 de junio del pasado año, cientos de militares al mando del exjefe del Ejército Juan José Zúñiga, reforzados con tanquetas y artillados con calibre de guerra ocuparon la plaza Murillo, epicentro político del país, con el objetivo infructuoso de hacerse del poder.

Desde entonces, en el país altiplánico se multiplicaron y diversificaron las estrategias de desestabilización bajo formas calificadas en diversos discursos por el presidente Arce como guerra híbrida.

Admite el Gobierno boliviano, incluso, el propósito de estimular un golpe militar y para ello se basa en las declaraciones de Zúñiga en una reciente entrevista, desde la cárcel, al medio Data Urgente-Youtoube, y en una carta que remitió a la prensa mexicana.

Llamaron la atención las palabras de Zúñiga dirigidas en primer lugar a las Fuerzas Armadas con el argumento de la supuesta inocencia de todos los militares encarcelados por el fallido golpe de Estado bajo el argumento de que cumplían órdenes de Arce para concretar un hipotético autogolpe.

Consideran las autoridades gubernamentales que, al parecer, se pretende provocar el descontento en las tropas e incentivar un alzamiento armado.