Bolivia atraviesa una de sus etapas más difíciles en los últimos años. La combinación de crisis económica, escasez de combustible, bloqueos sociales y fragmentación política ha llevado al país a una situación de inestabilidad creciente, analiza el actual alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa.
AAgrega que sectores productivos, gremiales y ciudadanos de a pie comienzan a sentir los efectos de una economía paralizada y un sistema político tensionado. Bolivia se paraliza entre la crisis económica y la incertidumbre política.
El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, expresó su preocupación ante el complejo panorama nacional.
“Hay intentos claros de dañar la democracia. No se puede jugar con la institucionalidad ni con el pueblo boliviano”, declaró ante medios locales.
Reyes Villa también remarcó que la población no soporta más el elevado costo de vida ni la falta de combustible, y urgió al gobierno a asumir una agenda de soluciones inmediatas.
“El hambre empieza a sentirse en sectores populares. No se puede gobernar con discursos mientras el país se paraliza. Es hora de tomar decisiones concretas”, añadió el burgomaestre.
Las declaraciones surgen en un momento en el que Bolivia enfrenta movilizaciones en diferentes regiones, presiones por parte de sectores afines al expresidente Evo Morales, y advertencias sobre una posible fractura dentro del Movimiento al Socialismo (MAS).
En paralelo, la oposición exige transparencia y respuestas a la crisis económica, mientras crecen las voces que plantean la necesidad de un pacto nacional para encaminar al país hacia una transición ordenada.
Diversos analistas coinciden en que si no se toma acción pronto, el país podría ingresar en una fase de mayor conflictividad social y debilitamiento institucional rumbo a las elecciones de 2025. (FAUSTO COLPARI - EXPERTO EN COMUNNICACIOON POLITICA)