Cochabamba, Bolivia — La ofensiva política lanzada por Rocío Molina, exdiputada y figura cercana a Evo Morales, desató una fuerte reacción en distintos sectores cívicos y políticos de la ciudad.
Sus críticas contra la actual administración municipal fueron calificadas como “un intento desesperado del MAS por reposicionarse en Cochabamba”, según dirigentes y analistas locales.
El abogado Dulfredo Flores respondió con dureza, asegurando que Molina carece de autoridad moral tras haber ocupado varios cargos durante los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce.
“La señora Molina formó parte de un proyecto político que dejó a Cochabamba con obras inconclusas, infraestructura abandonada y promesas que nunca se cumplieron. Hoy pretende acusar y juzgar cuando fue parte de los problemas que todavía arrastramos”, declaró.
Flores recordó que durante las administraciones del MAS se heredaron proyectos paralizados y millonarias construcciones sin utilidad plena.
“La región sigue lidiando con obras deterioradas, estructuras abandonadas y decisiones improvisadas que afectaron al desarrollo departamental. Esa es la realidad que quiere ocultar Rocío Molina con ataques mediáticos”, sostuvo.
Dirigentes vecinales también señalaron que el reciente activismo político de Molina estaría dirigido a preparar su candidatura para la Alcaldía de Cochabamba.
“El MAS quiere volver a controlar la ciudad con figuras recicladas que han vivido del Estado durante años. No vamos a permitir que retornen viejas prácticas disfrazadas de renovación”, manifestó un representante de la zona sur.
Para los sectores críticos, Molina no solo ignora el contexto económico nacional —marcado por recortes, crisis fiscal y falta de recursos para los municipios— sino que utiliza el desgaste político como arma electoral. “Mientras el país atraviesa una crisis profunda y las alcaldías no reciben recursos suficientes, la señora Molina opta por atacar y desinformar en lugar de explicar su papel en los años en que Cochabamba fue relegada”, indicaron.
Analistas consultados advierten que la estrategia del MAS apunta a recuperar espacios mediante confrontación y desgaste, especialmente en municipios estratégicos. “El mensaje es claro: quieren volver a la Alcaldía a cualquier costo. Pero la población ya conoce los resultados de esa época y tiene memoria”, señalaron.
En tanto, sectores sociales llamaron a defender la estabilidad municipal y a rechazar discursos que buscan “confundir, dividir y reescribir la historia reciente de Cochabamba”.



