En Bolivia, Todos Santos es una celebración importante que honra a los muertos. La festividad tiene lugar cada 1 y 2 de noviembre, con tradiciones profundas que combinan la herencia indígena con elementos católicos.

Estas prácticas son un símbolo de la profunda relación de respeto y amor que los bolivianos tienen hacia sus ancestros y seres queridos, celebrando la continuidad de la vida y la muerte en un ciclo constante.

Se cree que durante esta época las almas de los difuntos regresan al mundo de los vivos para reencontrarse con sus familias. La noche del 1 de noviembre se espera que las almas de los niños regresen primero, y el día 2 es el turno de las almas de los adultos.

El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, visitó el Cementerio General por la Fiesta de Todos Santos y resaltó la importancia de mantener nuestras tradiciones que se ven plasmadas en el armado del tradicional Mast’aku y las oraciones por los seres queridos que ya no están.

“Es una fecha importante, tanta cantidad de gente que viene al cementerio a pedir que sus seres queridos que están en la eternidad que descansen en paz y ayuden a que pueda haber unidad en el país y no en la situación que estamos” expresó la primera autoridad municipal.

Reyes Villa recordó a la población que este año está permitido el armado de mesas dentro el campo santo, así como también el ingreso de grupos musicales y mariachis, ya que forman parte de la costumbre de los cochabambinos.

“A partir del mediodía se vuelca la mesa y es desde esa hora que el cementerio estará bastante lleno, la gente trae todo lo que les gustaba a sus seres queridos, por ello, vemos mayor libertad” agregó.
Asimismo, la autoridad visitó los mast’akus armados en puertas del Cementerio General por la Secretaría de Desarrollo Humano y la Dirección de Turismo para revalorizar nuestras tradiciones y recordar a las mujeres que perdieron la vida como consecuencia de violencia doméstica.