La “guerra sucia” contra Manfred Reyes Villa favorece al líder de los kochalas y se convierte en el centro del debate político, señala el abogado constitucionalista Arturo Balderrama. “Pese a las constantes criticas, incluso de manera negativa, el alcalde Cochabamba se transforma como uno de los lideres políticos de mayor confianza de los bolivianos, por ser considerado el mejor alcalde de Bolivia y Latinoamérica.
Evo Morales, Carlos Mesa y Samuel Doria Medina, se encuentran desesperados y se enloquecen por la presencia de Manfred Reyes Villa en el escenario político y se convierte en una de las opciones para llevar adelante el nuevo destino de Bolivia.
Manfred Reyes Villa ha logrado reunirse con varios sectores sociales y políticos con la finalidad de buscar la unidad de los bolivianos para promover el desarrollo económico y productivo de Bolivia.
“Niños, jóvenes, obreros, agricultores, emprendedores, comerciantes minoristas, profesionales, empresarios y otros sectores populares dan respaldo al alcalde de Cochabamba, pese a que no oficializo su postulación a la presidencia para elecciones de 2025.
ANALISIS: “Es común que en la política boliviana, como en muchos otros países, los opositores critiquen de manera constante la gestión de figuras como Manfred Reyes Villa. Al hacerlo, muchas veces amplifican su presencia en los medios y redes sociales, lo que indirectamente los convierte en voceros de las acciones y decisiones del alcalde de Cochabamba.
Las impugnaciones contra Manfred se enfocan con temas a la gestión de obras públicas, el manejo financiero de la alcaldía o decisiones controversiales, pero al hacerlo, generan más atención sobre su gestión.
Manfred Reyes Villa enfrenta una serie de ataques en redes sociales que podrían considerarse parte de una "guerra sucia", especialmente en el contexto político de Bolivia.
Estos ataques suelen incluir desinformación, acusaciones infundadas y campañas de desprestigio dirigidas a su figura como político. La guerra sucia en redes sociales es una táctica común en muchos países, utilizada para debilitar a candidatos y figuras públicas mediante la manipulación de información, anota Balderrama.