El golpe de Estado en Bolivia de 1971 fue liderado por el militar Hugo Banzer el 18 de agosto de 1971 contra el gobierno del también militar Juan José Torres.
La madrugada de 21 de agosto de 1971 Juan José Torres y el Regimiento de Infantería Colorados de Bolivia llamaron a resistir el golpe.
Muchos salieron a las calles con ese objetivo, entre ellos el líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz junto a otras personas y estudiantes, sin embargo, la falta de armas y desorganización de estos les jugó en contra.
Se calcula que hubo alrededor de 100 muertos y 50 heridos. Muchos de los militares de Torres cambiaron de bando, siendo Rubén Sánchez Valdivia el único militar leal al final.
Con este escenario, Torres se ve obligado a huir y los rebeldes toman el palacio presidencial. Toma el poder un triunvirato integrado por Jaime Florentino Mendieta, Andrés Selich Chop y el propio Hugo Banzer Suárez.
Más tarde, la junta pasó la presidencia con plenos poderes a Banzer.
El golpe tuvo apoyo del gobierno de Estados Unidos y fue esencial para establecer el futuro Plan Cóndor en la región.
18 DE AGOSTO DE 1971: EL DÍA QUE CAMBIÓ EL RUMBO DE BOLIVIA
La historia recuerda hoy el golpe militar liderado por Hugo Banzer Suárez, que dio inicio a una de las dictaduras más prolongadas y duras del país.
Hace 54 años, un 18 de agosto de 1971, Bolivia vivió uno de los capítulos más decisivos y sangrientos de su historia política. Ese día, el general Hugo Banzer Suárez, junto a una coalición cívico-militar apoyada por sectores conservadores, empresarios, partidos tradicionales y con respaldo de Estados Unidos, tomó el poder por la fuerza, derrocando al gobierno progresista de Juan José Torres.
El golpe se gestó tras semanas de tensiones y conspiraciones. Banzer movilizó tropas desde Santa Cruz y Cochabamba hacia La Paz, mientras milicias obreras y universitarias intentaron resistir en las calles. El enfrentamiento dejó decenas de muertos y heridos, especialmente en la ciudad de La Paz, donde la represión fue brutal.
Con el control militar consolidado, Banzer instauró un régimen de facto que se prolongó hasta 1978. Durante su dictadura se suspendieron las libertades democráticas, se clausuró el Congreso, se persiguió y encarceló a dirigentes sindicales, estudiantiles y políticos de izquierda, y miles de bolivianos fueron forzados al exilio.
Pese a la represión, su gobierno impulsó un modelo de estabilidad económica basado en créditos internacionales y alianzas con sectores empresariales, aunque a costa de una fuerte dependencia externa.
Hoy, al recordarse un nuevo aniversario del Golpe de Estado del 18 de agosto de 1971, la memoria histórica revive el valor de quienes resistieron y la necesidad de reflexionar sobre los costos que tuvo para Bolivia la interrupción del orden democrático.
Tras el levantamiento del 7 de octubre de 1970, el general Juan José Torres llegó al poder. Torres formaría un gobierno nacionalista de izquierda, con una postura "antiimperialista".
Torres intentaría hacer un cogobierno con la Asamblea Popular, organismo obrero, el mismo sector que le ayudó a llegar al poder.
El 10 de enero de 1971 se produjo un intento de golpe de Estado contra el régimen de Torres, encabezado por el coronel Hugo Banzer, quien posteriormente fue exiliado a Argentina.
Según el Centro para los Asuntos Internacionales, el 18 de agosto de 1971 Hugo Banzer entró clandestinamente a Bolivia, siendo detenido en Santa Cruz y posteriormente conducido en avión al cuartel de Carabineros de La Paz.
En el día siguiente, 19 de agosto, estalló en Santa Cruz una rebelión impulsada por el Frente Popular Nacionalista, movimiento integrado por militares y los partidos Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y Falange Socialista Boliviana (FSB).
En 20 de agosto, el coronel Andrés Selich ordenó el fusilamiento de universitarios en Santa Cruz. Los insurgentes supuestamente liberan a Banzer de la cárcel y se apoderan de emisoras de radio.